La primavera es época de floración de gran variedad de árboles como la mayoría de los frutales y muchos árboles de adorno. El
Guillomo, en este caso de la especie
Amelanchier lamarckii, se puede considerar una categoría intermedia pues aunque se cultiva por sus cualidades decorativas, también es un árbol frutal muy prolífico que produce una gran cantidad de pequeños frutos de color granate oscuro, casi negros, de agradable sabor. Lo cierto es que a los pájaros también les encantan los frutos del
Guillomo así que si usted quiere recolectarlos deberá establecer una auténtica competición con las aves del lugar para ver quien se los come primero.
Este arbolillo es muy adecuado para cultivar en recipientes amplios en una terraza o balcón, ya que es de pequeño tamaño, en el jardín puede llegar a los cinco metros pero cultivado en recipiente normalmente no pasará de los tres metros pero como se lo puede podar sin problemas, de hecho a veces se utiliza como seto, se le puede mantener a la altura que se desee. Sus flores que se acaban de abrir hace un par de días, son blancas, olorosas, y como se puede apreciar en la imagen van acompañadas de las primeras hojas que brotan con un color cobre aterciopelado, posteriormente se vuelven verde oliva y en otoño se ponen amarillas con chispas anaranjadas, que se oscurece gradualmente a un rojo intenso. Con estas características, el
Guillomo es un árbol que resulta muy interesante prácticamente todo el año, lo que resulta especialmente indicado para espacios reducidos donde no podemos tener muchas especies. El
Amelanchier es adecuada para cualquier tipo de terreno si bien prosperará mejor en un sustrato húmedo y fértil. Además de
A. lamarckii, a veces llamado
A. canadensis, la especie A. laevis, muy parecida, también es adecuada para cultivo en recipientes.
Detalle de las flores del
Guillomo.
Detalle de los frutos del Guillomo, drupas carnosas comestibles de un bello color morado. Desgraciadamente duran poco, y abajo podemos descubrir el por qué, a los pájaros les encantan. El mirlo que vemos en la imagen se da verdaderos banquetes todos los días, pero en realidad no me molesta demasiado, uno de mis objetivos al crear un jardín de azotea es atraer y contribuir a protejer la poca naturaleza silvestre que queda en nuestras ciudades.