Reanudo la publicación de nuevas entradas en este blog, con esta pequeña planta silvestre que un buen día empezó a colonizar espontáneamente las macetas de mi terraza y ahora ya es una residente permanente y muy apreciada por mi por su indudable belleza y por su facilidad de cultivo, tanta facilidad que se cultiva ella sola, se resiembra sola y crece donde quiere.
Esta planta es de la familia de las Gentianaceae, por ello se la llama también Genciana menor es bisanual y crece por casi toda Europa según parece en prados secos, terrenos baldíos, pedregosos y matorral, pero en Asturias yo la he visto mayormente en terrenos muy húmedos, ocasionalmente inundados, por lo que se la clasifica como planta anfibia. En fin que crece tanto en terrenos secos como húmedos según las circunstancias de clima y lugar, lo que si parece seguro es que tiene preferencia por los suelos ligeramente ácidos y con buena exposición al sol. Las flores son ligeramente aromáticas.
La Centáurea es además una planta medicinal ya conocida desde la más remota antigüedad, los médicos de la Grecia clásica destacaban su sabor muy amargo y por eso la llamaban Hiel de la tierra, un nombre que me parece muy injusto para una planta tan delicada. Del griego procede también su nombre científico en latín que hace referencia al mitológico Centauro por razones que tampoco acierto a comprender. Su nombre común induce a confusión con otras plantas más conocidas y usadas en jardinería de las cuales la más común es la Centáurea o Aciano, Centaure cyanus, pero estas con flores parecidas a las del cardo, son de la familia Asteraceae.
La planta tiene una altura variable entre los 10 y los 50 centímetros según el tipo de suelo donde crezca. Los libros de Botánica dicen que no le gustan los suelos muy fertilizados, pero las que crecen en mi terraza parece que ignoran esa particularidad y crecen en macetas fertilizadas regularmente y florecen durante todo el verano.
Antes mencioné que es planta medicinal y efectivamente lo es y parece tener tantas indicaciones que por pereza las voy a copiar de Wikipedia y así me ahorro el escribirlas. Véase:
“es aperitivo, por su principio amargo puro; eupéptico, estimulante de las secreciones digestivas (estomacal), hepatobiliares y pancreáticas, carminativo, diurético, hipoglucemiante, antiséptico, antipirético y antitusivo. Como casi todos los amargos puros se considera estimulante de las defensas naturales. A nivel externo es antiinflamatorio y vulnerario (cicatrizante, antiséptico). Febrífugo, depurativo, emenagogo, colagogo, antidisentérico, vermífugo, detersivo. Indicado para inapetencia, dispepsias hiposecretoras, meteorismo, disquinesia hepatobiliar. Gripe, resfriados. Diabetes, reumatismo, gota, hipercolesteremia. En uso externo: blefaroconjuntivitis, limpieza y desinfección de heridas y ulceraciones dérmicas. Contraindicado con el embarazo (alcaloides), lactancia (alcaloides, principios amargos). Dispepsias hipersecretoras, gastritis, ulcus gastroduodenal (taninos, principios amargos). Se usan las sumidades floridas. Infusión uso interno: 30 g/l, infundir 10 minutos. Tres tazas al día, media hora antes de las comidas, endulzadas con miel. Para paliar el efecto irritante sobre la mucosa gástrica, se puede asociar a drogas demulcentes, como la raíz de malvavisco). Su intensa amaritud se puede enmascarar en parte si se combina con corteza de naranja amarga. Infusión uso externo: 30 a 50 g/l, infundir 10 minutos. Aplicar en forma de colirios o lavados oculares (isotonizar). Decocción uso externo: 60 a 100 g/l, hervir 10 minutos. Aplicar en forma de lavados o compresas, sobre las heridas o úlceras dérmicas, también se usa popularmente en fricciones capilares, para combatir la alopecia. Para combatir parásitos: colocar 50 g de la hierba en un litro de agua y poner a hervir. Filtrar la preparación y tomar 3 tazas al día, endulzándolas con miel.
Contra la diarrea: colocar 15 g de la hierba en una taza de agua hirviendo. Tomar esta infusión tres veces al día.”