Ya han florecido los primeros narcisos, las fotografías que acompañan esta edición han sido tomadas esta misma tarde, así que es verdad que estos bulbos son los primeros en florecer, los heraldos de la primavera se les llama pero en este caso con tanta precocidad más bien los heraldos del Carnaval.
Los de las primeras fotos son de la variedad Ice Follies , de copa grande color amarillo prímula y rodeada por un periantio de color blanco. Es una variedad robusta de casi 40 cm de altura y resistente el viento, lo que resulta muy conveniente en lugares expuestos como un jardín de azotea.
Los de la fotografía de al lado son de la variedad Cheerfulness, dobles, agrupadas de cuatro a cinco sobre tallos de 45 cm., blancos con centro amarillo pálido y muy fragantes. Florecen tardiamente a finales de primavera así que la imagen ha sido tomada la pasada temporada.
Existen 27 variedades catalogadas de narcisos y miles de híbridos con muchas formas y tamaños desde los miniatura a los de gran tamaño pero con una variedad de colores hasta ahora limitada al blanco al amarillo intenso, pasando por el naranja y el albaricoque incluso con tonos rosados, aunque cada año se presentan nuevos híbridos.
Los narcisos se plantan a comienzos de otoño, la profundidad a la que hay que sembrar los bulbos viene determinada por su tamaño, el espesor de la tierra que cubra el bulbo viene determinada por la altura del mismo, o sea que un bulbo de 7 cm debemos enterrarlo otro tanto en la tierra, esto vale en general para todos los bulbos de otras especies. No es necesario desenterrar hasta que quede demasiado apretado en su maceta ya que cada año se irán desarrollando nuevos bulbillos que florecerán en un par de años, en plena tierra puede dejarse libremente. El terreno deberá ser bueno, húmedo y rica en humus, y para que florezca bien necesitará pleno sol o una sombra ligera, aunque el narciso es una planta resistente que se adapta bien con muy pocos cuidados.