Los viburnos pertenecen a la familia de las caprifoliáceas y están entre los mejores arbustos de jardín por eso son de los más utilizados, lo que no es de extrañar ya que tienen una gran cantidad de especies de fácil cultivo y con un extenso despliegue floral pues podemos encontrar especies de viburno que florezcan en cada estación del año. En esta entrada me referiré a uno de mis viburnos favoritos, el Viburnum opulus, conocido comúnmente como Bola de Nieve pero también como Mundillos y Balón de Mayo entre otros muchos nombres de este arbusto tan popular. De él dijo un famoso filósofo del la jardinería británico de la Época Victoriana llamado William Robinson: “Hemos viajado por toda la Tierra en busca de arbustos floridos, pero no hay ninguno tan encantador como el Mundillo” ¡Ahí queda eso!, no se puede ensalzar más. La verdad es que lo merece, sólo hay que ver la imagen que encabeza estas líneas tomada esta semana pasada para darse cuenta de que este arbusto con su espectacular floración pasa a ser el mayor foco de atención de cualquier jardín. El resto del año tiene una apariencia más discreta pero no exenta de interés ya que en otoño sus hojas se tiñen de rojo y durante el verano se llenan de frutos normalmente rojos pero también amarillo claro en la variedad Xanthocarpum que se tornan naranja en la madurez. Sin embargo si queremos frutos debemos evitar la variedad Vivurnum opulus “Roseum” o “Sterile” cuyas flores adquieren un tono rosado en la vejez pero a cambio son estériles y no producen frutos.
El nombre común describe perfectamente las inflorescencias de este arbusto que produce centenares de flores en forma de bolas o pelotas blancas como la nieve, aunque al principio son verdosas y se van volviendo completamente blancas al final como vemos abajo en la foto. Las hojas son caducas y como se aprecia en la imagen tomada en otoño son lobuladas y profundamente dentadas. Los peciolos que las unen a las ramas también se vuelven rojos en esa época. En cuanto a cultivo es enormemente rústico, no le temen en absoluto al frío intenso ni tiene manía alguna con cualquier clase de terreno siempre que sea fértil, toleran el pleno sol y la sombra pero florecerá menos en ese caso. No es arbusto especialmente sediento pero hay que procurar que el riego no le falte en verano.
La poda de la Bola de Nieve, se puede hacer cuando se cortan flores para el adorno de la casa o bien inmediatamente después de la floración y debe tener como finalidad mantener la forma del arbusto y provocar la emisión de nuevas ramas que florecerán al año siguiente, en principio no debe de ser muy severa, mayormente recortar los ápices de las ramas floridas y quitar las que estén estropeadas o crezcan en mala dirección, teniendo en cuenta que si queremos tener frutos debemos mantener al menos una cuantas ramas de las que hayan florecido, esta precaución no debemos tenerla con la variedad “Sterile” o “Roseum” que no los produce y en ese caso podemos recortar todas las ramas con lo que estimularemos una mayor floración.
En cuanto a la forma puede tener la de un arbusto ramificado desde la base o bien ser cultivado en forma de arbolillo de tronco único que es como yo lo tengo y entonces debemos tener la precaución de extirpar los chupones que pueden salir junto al tronco y los que estén por debajo de la copa. Lo tengo en una maceta de de 60 centímetros de diámetro que comparte con algunas Alstroemerias ( Lirios del Perú) que ya están en flor. Como arbusto en plena tierra podría alcanzar los cuatro metros de altura y otro tanto a lo ancho, pero con podas se puede mantener al tamaño que se desee. La variedad “Compactum” es más densa y de menor desarrollo.
Respecto al desagradable asunto de las plagas yo sólo le conozco un problema a esta especie y es el de los pulgones que invaden y deforman los brotes terminales, pero suelen hacerlo tras la floración ya que aquí florecen precozmente en abril antes de que se extienda la plaga. Con la poda se eliminan algunos brotes atacados y con los demás se utiliza cualquier insecticida adecuado, los sistémicos que se pueden aplicar con el agua de riego y que la planta absorberá por sus raíces, son los mejores ya que garantizan la total eliminación sin perjudicar a los insectos beneficiosos. Los viburnos se pueden reproducir por esqueje semileñoso en verano de entre 8 y 12 cm de longitud, pero este método es algo azaroso y no siempre da resultado. Es más sencillo hacerlo mediante acodo que se enterrará en otoño y se cortará en la primavera siguiente. Obviamente es un método que no puede seguirse con los que tengan tronco único en forma de arbolito pero a cambio se pueden extraer algunos chupones del suelo en primavera y replantarlos en bajo plástico en ambiente húmedo y templado. Parece ser que también se puede con semilla pero me parece un método algo lento.
Espero que esta entrada anime a muchos a cultivar este entrañable arbusto, todo un clásico de los antiguos jardines de nuestros abuelos.
Cuando las flores de Viburnum opulus "Roseum" van a morir se ruborizan adquiriendo un tono rosado.