En el exterior se adaptan al sol siempre que evitemos el sol directo del mediodía, o a la sombra pero sus colores serán más brillantes si no están en una zona de sombra permanente, lo que debemos evitar en verano cuando hace calor, es que las plantas sufran la sequía, hay que regar en cuanto se observe que lo necesitan ya que un golpe de calor, si no las mata, puede dañar su follaje, estropeando bastante su aspecto durante mucho tiempo. En cambio en interior, en una galería por ejemplo hay que evitar colocarlas al sol directo tras un cristal pero necesitan toda la luz que podamos darles. Tanto en uno como en otro caso les va bien la humedad ambiental, quizá por eso se dan muy bien en Asturias, pero donde no la haya habrá que proporcionársela, mediante la adición de turba al sustrato y pulverizando el aire circundante fuera de las horas de sol. Son plantas que necesitan una buena tierra para plantas de flor y que las fertilicemos adecuadamente durante la temporada de floración y crecimiento. En el interior es mejor que el sustrato se deje secar ligeramente entre riego y riego, pero en el exterior debe permanecer algo húmedo pero no encharcado ya que todas las plantas de raíz fibrosa son especialmente sensibles al encharcamiento y se pudren con facilidad, un buen drenaje es esencial y nada de platillos con agua de forma permanente bajo la maceta. Un truco muy sencillo para evitar problemas y a la vez aumentar la humedad ambiental, es comprar una bonita maceta decorativa más grande que la de nuestra planta, en el fondo de esta ponemos una buena capa de guijarros o piedra volcánica y sobre ella colocamos la maceta de la begonia, así evitaremos que las raíces estén en contacto constante con el agua, siempre claro está que no la inundemos, en esto más valen muchos pocos que pocos muchos. En invierno hay que regar muy moderadamente manteniendo el sustrato más bien seco en el caso de la Begonia corallina. La Begonia grandis ssp evansiana desaparece completamente en invierno y vuelve a rebrotar cuando llega el buen tiempo desde sus bulbillos subterráneos, o sea que se comporta como una planta bulbosa y no es necesario regarlas durante el periodo de reposo. En primavera es conveniente podar La B. corrallina, quitando primero todo tallo seco o dañado, y procurando después darle una bonita forma cuando crezcan las nuevas cañas. También se le puede dar forma de arbolito, dejando un solo tallo y podando de tal forma que ramifique sólo en la parte superior.
Las enfermedades fúngicas no suelen ser un problema con estas dos especies si las condiciones de cultivo son las adecuadas. En cuanto a plagas en el interior la cochinilla algodonosa, la mosca blanca y la araña roja pueden atacarlas. En el exterior a veces las ataca el pulgón pero a mi no me han dado problemas con ninguna plaga.