viernes, 27 de abril de 2012
Geranios con follajes de colores, Geranio Stellar
Estos Geranios no se cultivan precisamente por sus flores sino por los colores y formas de sus hojas, ya que aunque algunos tienen una bella y abundante floración, en otros muchos sus flores son pequeñas y escasas. Lo curioso es que son geranios normales, o sea Pelargonium zonale, que han sufrido mutaciones las más de las veces de forma natural y que luego el hombre se ha dedicado a preservar y propagar, son geranios por así decir “defectuosos” con una tara genética que en determinados casos los vuelve tan débiles y frágiles que sin la ayuda del jardinero no podrían sobrevivir.
Esto es especialmente verdad en los geranios albinos en los que la ausencia de clorofila en una parte más o menos grande de la hoja, hace que casi no se pueda realizar la fotosíntesis, lo que pone a la planta en condiciones dramáticas de supervivencia. Este no es el caso del geranio Mrs. Pollock que encabeza este artículo, nacido en Inglaterra en 1858 y que es de los más robustos. Tiene flores no muy numerosa de color rojo anaranjado, pero se cultiva por sus hojas muy lobuladas y tricolores con graduaciones en cuanto a la intensidad del color. Existen muchas variedades de este tipo de geranios con múltiples combinaciones de color pero la mayoría no se encontrarán más que en viveros especializados. Añadir que dentro de una misma variedad puede haber pequeñas diferencias de color o de distribución del color.
A veces estos geranios tienen crecimientos normales con hojas que recuperan el color natural, en estos casos hay que cortar esos tallos normales porque se van imponiendo y acabaremos teniendo un geranio como cualquier otro.
El blanco y verde a la derecha y abajo sólo tiene los bordes en blanco por lo que también es resistente y florífero, se trata de Mrs. Parker que florece en rosa claro.
Hay en cambio un geranio cuyas hojas son casi completamente blancas y tiene reducida la presencia de clorofila al fino borde de las hojas, se trata de Freak of Nature , literalmente ”fenómeno de la naturaleza” en inglés, un albino en el que incluso sus tallos son color crema y del que muchos no se explican como logra sobrevivir e incluso florecer.
Todos estos geranios con un metabolismo reducido tienen un crecimiento lento y necesitan mucha luz para compensar su falta de clorofila, así que situados en un lugar con luz escasa sus hojas se volverán grisáceas y morirán, por tanto la regla para su cultivo, que por lo demás no difiere del adecuado para los geranios normales, es proporcionarles un lugar soleado o muy luminoso tanto en invierno como en verano, pero en la estación fría al ser más delicados habrá que protegerlos en un lugar resguardado.
En cuanto a fertilizantes, deben ser escasos y proporcionales a su crecimiento, pobres en nitrógeno y ricos en potasio.
Los Stellar Los Stellar son un estilo de pelargonios inventado a finales de la década de los cincuenta que se caracteriza por sus hojas en abanico muy recortadas y a veces con colores y contrastes fuertes en el follaje, sus flores son recortadas en forma de estrella. Estos geranios deben cultivarse en recipientes mas anchos que altos ya que tienen tendencia a crecer a lo ancho y nunca pasan de una altura de unos 30 centímetros. No existen muchas variedades de este tipo de geranios, una de las más conocidas y apreciadas es Vancouver Centennial que vemos en la imagen a continuación.
Para cultivar estos geranios son aplicables las mismas normas que para los geranios comunes pero hay que resaltar que estas variedades odian la humedad.
miércoles, 4 de abril de 2012
Iris de Holanda, Iris reticulata
Los Iris forman una gran familia en la que destacan los Iris germanica, pero los iris bulbosos aunque no tan altos y espectaculares como sus parientes de rizoma, son también una de las mejores plantas para la jardinería en macetas no solo por su adaptabilidad a esta clase de cultivo sino también por su gran variedad de tamaños y colores, tantos como los colores del arco iris que les da nombre. En concreto los llamados Iris de Holanda pertenecen al grupo reticulata y son los primeros en florecer a finales de la primavera. Estos iris se plantan en otoño a una profundidad de entre 10 y 15 cm. y con una separación similar entre cada bulbo. Son plantas bastante altas que pueden alcanzar 40/50 cm. de altura que son aptos para flor cortada. Es muy importante que usemos un sustrato ligero y permeable, mejor si es algo calcáreo, para ello fijémonos en las características y composición que indica la bolsa cuando adquiramos el sustrato y elijamos uno que tengo un Ph 7 o superior. Todos los iris crecen mejor a pleno sol. En general no son plantas demasiado delicadas por lo que no hará falta extraerlas del terreno más que cada dos o tres años para separar los nuevos bulbos y deshacerse de los ya gastados, el peligro principal es la putrefacción por exceso de humedad, un buen drenaje es esencial. Por supuesto estos bulbos pueden combinarse con plantas anuales o vivaces para mantener el interés de las macetas toda la temporada. Por último decir que con frecuencia se conoce a estas plantas como lirios pero esto es una equivocación que conviene erradicar, no lo son en absoluto y ni siquiera pertenecen a la misma familia.