viernes, 29 de abril de 2011
Epiphyllum hybrid, Cactus Orquídea, Pluma de Santa Teresa
Este espectacular cactus forma parte del grupo de los llamados cactus de bosque porque al contrario que sus conocidos parientes de las zonas áridas, crecen en los bosque de Centro América como plantas epifitas de las selvas lluviosas. Eso quiere decir que su cultivo difiere bastante del de los cactus del desierto, primero no deben estar situados a pleno sol si no que prefieren una situación luminosa pero con luz tamizada sin sol directo, si no podemos proporcionales estas condiciones ideales, lo podemos situar en una zona donde reciba sólo algunas horas de sol por la mañana o al atardecer. Debemos plantarlo en un sustrato similar al que se forma en las ramas de los árboles sobre los que crecen en la selva, por ejemplo sería ideal el que se usa para orquídeas, pero uno a base de turba y arena, o un mantillo con humus también servirá. Lo esencial es que el sustrato utilizado no llegue a secarse del todo nunca, pero tan importante como eso es un buen drenaje de forma que el agua no se estanque, recomiendo utilizar una maceta de plástico ya que con este material no poroso es más fácil controlar esos parámetros, y no tiene por que ser muy grande ya que se conforma con con un volumen pequeño de sustrato. Pese a su procedencia tropical, es bastante resistente a las variaciones de temperatura siempre que no sean extremas, se acomoda bien desde los 7º centígrados a los 22º C, pero ocasionalmente puede soportar temperaturas de 0º durante algunas horas, sin embargo un periodo más largo de temperaturas tan frías acabaría matándolo.
Suele ocurrir que los fríos invernales, el granizo y el exceso de humedad en invierno, estropeen algunas de sus tallos, pero eso no le impedirá florecer, aunque si estropea su aspecto. Si lo colocamos bajo techo en un lugar con temperatura entorno a los 10º C, evitaremos gran parte de esos daños, por ejemplo es buena idea colgarlo bajo un saliente de la casa arrimado a la pared pero al aire libre o bien si el invierno es muy duro lo pasamos al interior en una habitación más bien fría pero con bastante luz. Una cosa esencial para conservar bien este tipo de cactus de bosque es no regarlos fuera de su periodo de vegetación, pero sin permitir en absoluto que el sustrato llegue a secarse del todo. En el caso del Cactus Orquídea, y refiriéndome siempre a las condiciones del Hemisferio Norte, dejar de regarlo desde noviembre a febrero o marzo, pero, e insisto en ello porque es importante, sin dejar que el sustrato se reseque, así que añadiremos de vez en cuando un poco de agua para que mantenga cierto grado de humedad. Cuando llega la primavera, estos cactus empezarán a formar sus capullos florales, primero muy pequeños para ir engrosando antes de florecer, es a partir de esa aparición de los capullos que debemos empezar a incrementar los riegos progresivamente hasta regar normal y abundantemente durante todo su periodo de floración que según la zona puede llegar hasta junio, en cualquier caso una vez que las flores se marchitan disminuiremos los riegos, ya que entrarán en un periodo de reposo durante el verano, en este periodo es mejor colocarlos en un lugar sombreado y mantenerlos con el mismo régimen de riegos que en el invierno, pero teniendo en cuenta que con el calor el sustrato puede resecarse con más frecuencia. En lugares con clima seco o en el interior, es muy conveniente vaporizar agua en el entorno para garantizar la humedad atmosférica necesaria. El Epiphyllum es un cactus que florece durante el día y sus flores no son aromáticas, en cambio su paleta de colores se ha ampliado bastante desde la especie tipo de color rojo que es la que yo cultivo y ahora lo podemos encontrar en colores muy variados e incluso bicolores y con flores simples o dobles. Las flores duran varios días y en lugares de clima tropical o suficientemente templado, van seguidos de frutos que son comestibles, similares a los de su próximo pariente el cactus pitaya, y que mediante hibridaciones nos permitirían obtener nuevas variedades a través de las semillas que contienen. De hecho algunas de esas variedades no son muy frecuentes en nuestros viveros y sólo las podríamos obtener mediante la adquisición de semillas en viveros especializados, parece que su germinación es relativamente sencilla y que lo hacen en unos 15 días.
Con esta y otras plantas es muy útil utilizar el método del dedo para saber cuando hay que regar: si tocamos el sustrato con el dedo y vemos que está seco habrá que regar si sigue húmedo no, y no importan cuantos días han pasado desde el último riego, muchos o pocos lo que cuenta es lo que el dedo nos diga.
En otoño hay que reanudar los riegos y tratarlo normalmente hasta que en noviembre vuelva al periodo de reposo. Primavera y otoño son los dos periodos en el que podemos utilizar un fertilizante equilibrado par asegurar una mayor floración de nuestros cactus de bosque, debemos usar uno que no tenga más de un 10% de nitrógeno.
En cuanto a plagas pueden ser atacadas por los áfidos (pulgón verde) y la cochinilla pero quizá el mayor problema sean los caracoles y las babosas que son muy aficionados a esta planta. Los remedios son los ya conocidos en estos casos pero si ponemos la planta en una maceta colgante, nos evitaremos el problema de los moluscos terrestres.
Aparte de las plagas no es infrecuente que estos cactus tengan los tallos más antiguos con agujeros y laceraciones (véase foto)que son producidas por los cambios bruscos de temperatura cuando se producen contrastes entre días calurosos y noches frías. La única manera de evitarlo es cultivarlos con temperatura controlada. Los tallos dañados pueden quitarse por razones estéticas en cualquier momento, además podemos renovar muy fácilmente la planta entera mediante la plantación de esquejes de los tallos, siendo la mejor época el verano.
Al releer esta entrada me doy cuenta de que el cultivo de este cactus puede parecer demasiado complicado, pues nada más lejos de la realidad ya que en realidad casi no me ocupo de él en todo el año y sólo me llama la atención cuando florece. Es cierto que el clima de Asturias y por tanto de toda la zona cantábrica más o menos próxima a la costa, parece ser bastante adecuado para la planta ya que tiene un clima templado y la humedad atmosférica que este cactus de bosque necesita. Quien tenga una condiciones similares podrá plantar esta especie y prácticamente dejarla a su aire como hago yo, de hecho a veces se ven estos cactus en viejos balcones abandonados a su suerte sin ningún cuidado, con los tallos muy deteriorados, pero cuando llega la época de floración ¡Qué maravilla !
jueves, 21 de abril de 2011
Jardín Botánico Atlantico de Gijón, Asturias
El Jardín Botánico Atlantico de Gijón está situado en los alrededores de la ciudad, cerca del imponente edificio de la antigua Universidad Laboral. En este pequeño vídeo de Turismo Gijón de algo más de tres minutos podemos ver una buena visión de conjunto de las áreas del jardín y de algunas de sus actividades culturales, como las famosas Noches Mágicas que se realizan durante los meses de Julio y Agosto. Su éxito es tal que es casi imposible obtener entradas sin reservarlas con mucha anticipación, afortunadamente se puede hacer por Internet. Pero el Jardín en si mismo bien merece una visita y está abierto todo el año y todos los días, excepto los lunes.
Aconsejo descargar el video completo antes de visualizarlo para no tener interrupciones.
Aconsejo descargar el video completo antes de visualizarlo para no tener interrupciones.
lunes, 18 de abril de 2011
Viburnum opulus , Bola de Nieve, Mundillos
Los viburnos pertenecen a la familia de las caprifoliáceas y están entre los mejores arbustos de jardín por eso son de los más utilizados, lo que no es de extrañar ya que tienen una gran cantidad de especies de fácil cultivo y con un extenso despliegue floral pues podemos encontrar especies de viburno que florezcan en cada estación del año. En esta entrada me referiré a uno de mis viburnos favoritos, el Viburnum opulus, conocido comúnmente como Bola de Nieve pero también como Mundillos y Balón de Mayo entre otros muchos nombres de este arbusto tan popular. De él dijo un famoso filósofo del la jardinería británico de la Época Victoriana llamado William Robinson: “Hemos viajado por toda la Tierra en busca de arbustos floridos, pero no hay ninguno tan encantador como el Mundillo” ¡Ahí queda eso!, no se puede ensalzar más. La verdad es que lo merece, sólo hay que ver la imagen que encabeza estas líneas tomada esta semana pasada para darse cuenta de que este arbusto con su espectacular floración pasa a ser el mayor foco de atención de cualquier jardín. El resto del año tiene una apariencia más discreta pero no exenta de interés ya que en otoño sus hojas se tiñen de rojo y durante el verano se llenan de frutos normalmente rojos pero también amarillo claro en la variedad Xanthocarpum que se tornan naranja en la madurez. Sin embargo si queremos frutos debemos evitar la variedad Vivurnum opulus “Roseum” o “Sterile” cuyas flores adquieren un tono rosado en la vejez pero a cambio son estériles y no producen frutos.
El nombre común describe perfectamente las inflorescencias de este arbusto que produce centenares de flores en forma de bolas o pelotas blancas como la nieve, aunque al principio son verdosas y se van volviendo completamente blancas al final como vemos abajo en la foto. Las hojas son caducas y como se aprecia en la imagen tomada en otoño son lobuladas y profundamente dentadas. Los peciolos que las unen a las ramas también se vuelven rojos en esa época. En cuanto a cultivo es enormemente rústico, no le temen en absoluto al frío intenso ni tiene manía alguna con cualquier clase de terreno siempre que sea fértil, toleran el pleno sol y la sombra pero florecerá menos en ese caso. No es arbusto especialmente sediento pero hay que procurar que el riego no le falte en verano.
La poda de la Bola de Nieve, se puede hacer cuando se cortan flores para el adorno de la casa o bien inmediatamente después de la floración y debe tener como finalidad mantener la forma del arbusto y provocar la emisión de nuevas ramas que florecerán al año siguiente, en principio no debe de ser muy severa, mayormente recortar los ápices de las ramas floridas y quitar las que estén estropeadas o crezcan en mala dirección, teniendo en cuenta que si queremos tener frutos debemos mantener al menos una cuantas ramas de las que hayan florecido, esta precaución no debemos tenerla con la variedad “Sterile” o “Roseum” que no los produce y en ese caso podemos recortar todas las ramas con lo que estimularemos una mayor floración.
En cuanto a la forma puede tener la de un arbusto ramificado desde la base o bien ser cultivado en forma de arbolillo de tronco único que es como yo lo tengo y entonces debemos tener la precaución de extirpar los chupones que pueden salir junto al tronco y los que estén por debajo de la copa. Lo tengo en una maceta de de 60 centímetros de diámetro que comparte con algunas Alstroemerias ( Lirios del Perú) que ya están en flor. Como arbusto en plena tierra podría alcanzar los cuatro metros de altura y otro tanto a lo ancho, pero con podas se puede mantener al tamaño que se desee. La variedad “Compactum” es más densa y de menor desarrollo.
Respecto al desagradable asunto de las plagas yo sólo le conozco un problema a esta especie y es el de los pulgones que invaden y deforman los brotes terminales, pero suelen hacerlo tras la floración ya que aquí florecen precozmente en abril antes de que se extienda la plaga. Con la poda se eliminan algunos brotes atacados y con los demás se utiliza cualquier insecticida adecuado, los sistémicos que se pueden aplicar con el agua de riego y que la planta absorberá por sus raíces, son los mejores ya que garantizan la total eliminación sin perjudicar a los insectos beneficiosos. Los viburnos se pueden reproducir por esqueje semileñoso en verano de entre 8 y 12 cm de longitud, pero este método es algo azaroso y no siempre da resultado. Es más sencillo hacerlo mediante acodo que se enterrará en otoño y se cortará en la primavera siguiente. Obviamente es un método que no puede seguirse con los que tengan tronco único en forma de arbolito pero a cambio se pueden extraer algunos chupones del suelo en primavera y replantarlos en bajo plástico en ambiente húmedo y templado. Parece ser que también se puede con semilla pero me parece un método algo lento.
Espero que esta entrada anime a muchos a cultivar este entrañable arbusto, todo un clásico de los antiguos jardines de nuestros abuelos.
Cuando las flores de Viburnum opulus "Roseum" van a morir se ruborizan adquiriendo un tono rosado.
domingo, 10 de abril de 2011
Weigela florida, Weigelia
Este precioso arbusto es realmente popular y se cultiva muchísimo en jardines y parques de todo el mundo, sin embargo su correcta denominación presenta algunos problemas de desambiguación que pueden crear confusión entre los usuarios ya que existe una discusión entre botánicos de algunos países sobre si el género propio de esta especie es el de Weigela, a veces escrito Weigelia, o pertenece al género Diervilla. Creo que a nosotros esa discusión no nos interesa y sólo la menciono para que el lector del blog sepa a que atenerse en esta entrada.
Las Weigelas pertenecen a la familia de las Caprifoliáceas y proceden de América del Norte y el oriente de Asia. Son arbustos de hoja caduca que se vuelve broncínea en otoño antes de caer.
Digo que este arbusto es muy popular y no es de extrañar ya que es bastante sufrido, se adapta a todo tipo de suelos incluso los poco favorables y tanto a la exposición al sol como a media sombra, por lo demás casi el único esfuerzo que requerirá de nosotros es una poda anual cuando se cultiva en maceta o de vez en cuando si se cultiva en plena tierra, sea porque se hace demasiado grande sea porque disminuye la floración, ya que una de las características de este arbusto de floración primaveral es que florece con más profusión en las ramas nuevas. Es en esta operación de poda donde debemos poner algo de cuidado, primero debemos eliminar las ramas más viejas conservando las más jóvenes semileñosas y aún más importante, tenemos que hacerlo inmediatamente después de la floración primaveral ya que de otro modo comprometeríamos seriamente la floración de la próxima temporada. La Weigela tiene la tendencia natural de crecer formando una mata de ramas de porte abierto y algo arqueadas, al podar deberíamos intentar preservar su forma.
Aunque la Weigela florece en primavera, es frecuente que repita una floración menor en el otoño, pero lo esencial es podar en cuanto las últimas flores de primavera se hayan marchitado, si se nos pasa la temporada es mejor no tocar el arbusto ya que sin poda también dará ramas nuevas que florecerán y sólo al cabo de varios años sin hacerlo, será esencial podarlo.
En la actualidad existen varios cultivares recomendables de la Weigela, el que aparece junto a estas líneas es la variedad “Bristol Ruby” que crece satisfactoriamente en una maceta de 40 centímetros de diámetro, es de porte más erecto que otras variedades y puede alcanzar 2 metros de altura si se deja a su aire. Al estar en el espacio limitado de una maceta, requerirá fertilización, por ejemplo con la aplicación de un abono para arbustos de flor una vez por mes durante primavera y el verano; será necesario vigilar los riegos para evitar que el arbusto pase sed ya que en situación de fuerte insolación y viento, como sucede en una azotea, sus hojas evaporan mucha agua y puede agostarse, pero en el jardín sólo los requerirá en época de calor o sequía prolongada. En invierno es muy rústica y resiste bien el frío.
Hay variedades con hojas matizadas de blanco o crema y con flores en varios tonos de rosa, blanco e incluso en amarillo. Entre las mejores variedades citaré “Pink Princess” y “Floreal”, esta última es la única con flores perfumadas con aroma a miel, pero no es fácil encontrarla en los viveros españoles.
Si queremos multiplicar la planta, la mejor época es agosto por medio de esquejes semileñosos que no hayan florecido, los plantaremos en una mezcla arenosa con turba, bajo plástico y a la sombra.
En cuanto a enfermedades de la especie se cita el oídio pero en mi experiencia nunca ha pasado. La única plaga que le conozco es el pulgón en primavera que puede atacar los brotes nuevos.
Al tratarse de un arbusto todo terreno y poco exigente, me parece una buena elección para principiantes y para quien no pueda dedicar demasiada atención a sus plantas.
martes, 5 de abril de 2011
Helecho Real, Osmunda regalis
Los helechos se encuentran en los vegetales más antiguos que existen, aparecieron hace aproximadamente 400 millones de años, mucho antes que los dinosaurios por supuesto, y al revés que estos, no se han extinguido sino que se calcula que aún existen unas 20.000 especies de estas plantas. Durante el periodo llamado Carbonífero, hace más de 300 millones de años, estos vegetales dominaron la Tierra, formando grandes bosques de Helechos Arborescentes, cuando estos bosques desaparecieron, sus troncos enterrados en el lodo de los pantanos y fosilizados, dieron lugar a las minas de carbón explotadas por el hombre millones de años después y que propiciaron la Revolución Industrial del siglo XIX. Así que cuando quemamos carbón, estamos quemando los troncos de helechos y equisetos primitivos. La característica más evidente de los helechos es que son plantas sin flores y sin semillas, son plantas Criptógamas que se reproducen por esporas, en oposición a las plantas más modernas, llamadas Fanerógamas que se reproducen por medio de semillas y que tienen flores. Asturias es tierra de helechos y tierra de carbón, así que hoy voy a tratar sobre el que a mi me parece el más bonito de los helechos asturianos.
El Helecho Real, Osmunda regalis, es uno de los helechos de mayor tamaño que podemos encontrar en nuestros bosques, su tamaño oscila entre los 60 centímetros y algo más del metro y medio de altura. Se distribuye por las zonas templadas y tropicales, en Centro y Sudamérica existe la Osmunda regalis var. brasiliensis, y en Norteamérica Osmunda regalis var. spectabilis. En Europa, Asia y norte de Africa, encontramos Osmunda regalis var. regalis que es la de la Península Ibérica y crece en el norte, centro y oeste de la misma, siendo más frecuente en la zona cantábrica de nuestro país desde el País Vasco a Galicia pero casi siempre en el piso colino entre el nivel del mar y los 900 metros de altitud, ya que requiere temperatura cálida, humedad elevada e inviernos suaves. En Asturias lo hallaremos mayormente en la zona occidental y central debido a que es una planta muy acidófila y es en estas zonas donde el suelo tiene ese tipo de composición, de hecho su presencia es indicadora de acidez, también es indicadora de terrenos pobres en nitrógeno y muy húmedos ya que crece frecuentemente junto a corrientes de agua, en alisedas, terrenos encharcados y bosques umbríos, ocasionalmente en verano puede sobrevivir en zonas inundadas. Tiene un rizoma espeso que con los años se vuelve leñoso y sus frondes, fuertemente peciolados, son de gran tamaño, de hasta 2,5 metros de envergadura, son anuales ya que toda la parte aérea desaparece en invierno para renacer en marzo, crecen rectas, las frondes interiores son fértiles y forman esporas y las exteriores son estériles ya que es planta heteromórfica.
Este helecho es ideal para cultivar junto al estanque donde además la evaporación natural que se produce mantiene el alto índice de humedal que esta planta requiere en el ambiente, podemos cultivarlo en plena tierra o en maceta, con un sustrato a base de mantillo, turba y algo de arena y por supuesto de composición ácida como el que se utiliza para camelias, azaleas rododendros. Crece bien a la sombra pero también a media sombra, bajo árboles o arbustos. En grandes macetones formará ejemplares espectaculares por su tamaño, ideales para decorar un patio sombreado al que dará cierto ambiente tropical. Como podemos ver en las imágenes, se trata de un helecho muy elegante, con un llamativo colorido en sus frondes de tallo rojizo, con pelusilla blanca, hojas broncíneas cuando nacen con la típica forma de báculo de obispo, y con sus ápices como escarchados de color verde manzana, más tarde se vuelven verdes pero no forman soros en el envés sino que los esporangios salen en panículas en la parte superior de los frondes interiores, de color marrón, lo que los hace muy originales. Como este helecho pierde toda su parte aérea en invierno, cultivada en maceta, en lugares muy fríos puede trasladarse a cubierto pero siempre en un local fresco aunque sea oscuro. En plena tierra, puede cubrirse con paja o una buena cobertura de hojarasca par protegerlo de las heladas. A principios de primavera lo llevaremos a lugares bien iluminados y se reiniciaran los riegos, en cualquier caso no se debe permitir que el cepellón se reseque completamente incluso en periodo de reposo.
Como curiosidad hay que decir que la raíz de Osmunda se utiliza para producir la fibra de osmunda que se utiliza como sustrato para el cultivo de orquídeas y epífitas. Parece ser que según la mitología eslava, los esporangios de la Osmunda, llamados “flores de Perun” tienen poderes mágicos contra los demonios, para desvelar secretos, cumplir deseos y hasta ¡entender el idioma de los árboles! Probaré.