viernes, 26 de noviembre de 2010
Plantas anuales para dar color a una terraza o balcón en verano 3.
Seguimos con la serie sobre plantas anuales con dos especies estrechamente emparentadas y con las mismas necesidades de siembra y cultivo, las Clarkias , imágenes de arriba y junto a estas líneas y las Godetias. Estas graciosas plantas de verano proceden de las praderas del Norte de América, pero naturalmente las variedades que podemos encontrar son híbridos de jardinería. Las Clarkias, Clarkia elegans, suelen pertenecer al grupo “Bouquet Mixed” de unos 60 cm de altura y existen en colores rojos, rosa, blanco y púrpura. Sus flores dobles o semidobles parecen pequeñas malvarrosas
Las Godetias, imagen de la izquierda, es en todo semejante salvo que sus flores son más grandes abiertas en forma de embudo y con marcas más oscuras características. Algunos llaman a esta planta Azalea de verano porque sus flores se le parecen un poco. La paleta de colores es semejante a los de las Clarkias y hay variedades bajas de 22 cm y hasta 60 cm de altura.
Estas plantas es muy recomendable sembralas a principios de primavera en el sitio donde hayan de florecer, evitando trasplantes ya que sus raíces son muy finas y delicadas. Aclarar a la distancia requerida pero conservando siempre varios ejemplares ya que son más vistosas formando grupos. Florecerán durante todo el verano en macetas y jardineras con un sustrato ligero o medio, mejor algo ácido, y siempre a pleno sol. Sembradas en el jardín es conveniente estacarlas.
Los Tagetes o Claveles del moro son tan conocidos que no necesitan presentación. Los dos grupos más frecuentes son los de la variedad Tagetes erecta, también conocidos como Caléndulas africanas, son las más altas, de hasta 90 cm de altura, con grandes esferas de flor en diversos tonos de amarillo y naranja, incluso de un amarillo muy claro casi blanco. Los de la imagen pertenecen a los híbridos que se comercializan bajo la denominación Crackerjack Mixed. Esta especie segrega una sustancia a través de las raíces que destruye los nematodos y anguilulas que pueda haber en el terreno, así que a veces se utiliza como desinfectante natural sembrado junto a verduras susceptibles a estas plagas.
La segunda variedad es la de los Tagetes patula, llamadas Caléndulas francesa, son más bajas y de flores más pequeñas, pero es la más popular con numerosísimas variedades y mezcla de colores siempre dentro de la paleta de los amarillos, naranja e incluso marrones. Nunca he llegado a comprender porque se les llama tagetes africanos o franceses cuando la especie procede de México y nada tiene que ver ni con Francia ni con África.
Los Tagetes son de las anuales más sencillas de sembrar y cultivar, resisten bien el trasplante, incluso en flor, y sólo necesitan pleno sol y que se vayan quitando las cabezuelas de flores marchitas, recomendación válida para todas las plantas anuales para prolongar la floración y mejorar su aspecto. Se pueden sembrar desde el inicio de la primavera en climas suaves o bajo cristal o a mediados de la estación en climas más fríos.
Las Siemprevivas son muy utilizadas como flor desecada dado que sus flores de tacto pajizo se conservan durante mucho tiempo si cortamos los tallos y las ponemos a secar boca abajo antes de que las flores se abran del todo, al aire libre en un lugar donde no les de el sol. Pero los Helichrysum bracteatum, nombre científico de las Siemprevivas o Flores de paja, merecerían se mas utilizadas como plantas de flor ya que también duran mucho en la planta y tienen una indudable belleza, con sus colores cálidos que iluminarán cualquier balcón o jardín. Las variedades más altas quizá no sean las más adecuadas para un alfeizar de ventana pero hay variedades compactas de unos 30 cm como “Hot Bikini” con flores de color escarlata. Las siemprevivas también las encontraremos en tonos amarillos naranjas,rosa, púrpura y blanco. Se siembran en primavera y en este caso también es recomendable que se haga en el lugar donde han de florecer pues es delicada con el trasplante. Vale cualquier sustrato o suelo de jardín a pleno sol.
Para terminar por hoy vamos a tratar de una planta también muy conocida y de abundante floración en una gran variedad de colores excepto el azul y el amarillo. La ventaja de esta planta es que si todas las demás anuales necesitan bastante sol, en este caso podemos utilizarla para lugares a media sombra e incluso con sombra completa allí donde otras anuales no conseguirían sobrevivir. Se trata de la Begonia semperflorens cuya facilidad de adquisición y bajo precio hace innecesario sembrarla aunque si queremos hacerlo debemos sembrarla en primavera pero ya advierto que su reproducción por medio de semillas no es fácil y requiere tener cierta experiencia . A estas plantas les va mejor un suelo rico en humus pero a parte de eso también son muy sencillas de cultivar, con un riego adecuado y fertilizante de vez en cuando florecerán sin parar durante todo el verano y hasta que las primeras heladas empiecen a dañarlas. Además de la gracia de sus flores, las hojas también son decorativas sobre todo en las variedades que las tienen color bronce o cobrizo.
viernes, 12 de noviembre de 2010
Plantas anuales para dar color a una terraza o balcón en verano 2. Las Trepadoras
Siguiendo con la serie sobre plantas anuales hoy toca comentar algunas trepadoras de sencillo cultivo y rápido crecimiento que por si solas o en compañía de otras plantas pueden convertir nuestro balcón, terraza o patio en algo verdaderamente espectacular por el módico precio de un sobre de semillas. Además se trata de semillas bastante grandes y por tanto fáciles de manejar y su germinación no es complicada siempre que sepamos sembrarlas adecuadamente aplicando algunos pequeños trucos par evitar fracasos en esta fase, quizá la más delicada, porque una vez germinadas las semillas y desarrolladas las plantitas, todo lo demás no tiene ninguna complicación.
Empezamos por la trepadora anual, que en mi opinión es la que tiene mayor facilidad en todas las fases de su cultivo entre todas las trepadoras anuales. Empiezo por decir que Tropaeolum majus, la conocida Capuchina cuyas imágenes abren este artículo, es un género que tiene muchos cultivares no trepadores igualmente bellos y adecuados para macetas y jardineras, así que cuando compremos las semillas no basta con que sea de capuchinas, debemos asegurarnos de que se trata de una variedad trepadora si es eso lo que queremos. Las variedades trepadoras alcanzan hasta 1,8 m de altura y se enrollarán sobre cualquier soporte o también pueden colgar o usarse como cubresuelos. Las semillas de estas plantas son gruesas y redondeadas y podemos plantarlas directamente en el lugar en donde van a florecer en primavera una vez pasado el peligro de heladas. Simplemente se hace un hoyito en el sustrato donde se introduce una o dos semillas (al brotar se elimina una de las dos), de manera que la semilla quede cubierta por una cantidad de sustrato similar a su volumen. La tierra debe estar previamente húmeda y mantenerse así hasta la germinación, que se puede acelerar poniendo las semillas a remojo en un poco de agua tibia una 24 horas antes, pero en este caso esto no es estrictamente necesario ya que en todo caso germinarán. Las capuchinas florecen mejor al sol o como mucho a media sombra y en una tierra más bien pobre que no debemos fertilizar más de un par de veces en toda la temporada, de lo contrario tendremos una gran cosecha de sus verdes hojas redondeadas pero muy pocas flores. Estas duran varios días, incluso en un jarrón, y tienen diversos tonos de amarillo, anaranjado y rojo. En verano habrá que regar las plantas con regularidad y quitar todas las flores y hojas secas para prolongar la floración. Si la mata aparece con muchas hojas secas y estropeada basta podarla y volverá a dar nuevos tallos que mejorarán su aspecto. Por cierto las semillas cuando están verdes se pueden encurtir en vinagre y sustituyen a las alcaparras, las flores y las hojas también son comestibles y se usan en ensalada. En clima templado, esta anual se comporta como vivaz y suele auto sembrarse año tras año, de manera que debemos eliminar las plantitas que no queramos. La variedad de Capuchina llamada "Marmorata", en la imagen de abajo, se cultiva sobre todo por sus hojas veteadas como si fueran de marmol.
Otras trepadoras archiconocidas son las Ipomoeas, llamadas comúnmente, Campanillas, Ipomeas o Don Diego de Día, esto último porque sus corolas se abren por la mañana temprano y se cierran al atardecer.
La Ipomoea tricolor ( sin. Ipomoea rubro-caerulea) es la más cultivada y posee híbridos muy bellos como el “Heavenly Blue” de la primera foto o el “Scarlett O’Hara” de la segunda. En la tercera imagen vemos una especie diferente de Ipomea, la I. quamoclit con flores más pequeñas de color rojo escarlata y hojas muy divididas distintas a las acorazonadas de de la I. tricolor. Las flores de estas trepadoras sólo duran un día pero se abren muy numerosas continuamente durante todo el verano hasta el otoño. Las semillas son ovaladas y bastante duras por lo que es necesario remojarlas durante 24 horas en agua templada antes de sembrarlas “in situ” a la misma profundidad que su volumen. A veces se recomienda raspar ligeramente estas semillas con papel de lija para acelerar todo el proceso. Atención estas semillas no son en absoluto comestibles ya que contienen arsénico pero no tienen ningún peligro salvo que nos comamos una buena cantidad, cosa no muy apetecible.
Esta trepadora debe tener todo bastante sol, suelo ligero pero rico y fertilizado
cada 15 días en temporada, mejor ligeramente básico, bien drenado pero no debemos dejar que se agoste por la sequía, de la que se resiente bastante. Trepa con sus tallos enrollados sobre cualquier soporte que le facilitemos. Si cortamos regularmente las cabezuelas de semillas tras la flor, prolongaremos su periodo de floración y evitaremos que se auto siembre por todo el jardín ya que esta trepadora puede ser invasiva, aunque en un balcón esto no será mayor problema.
Por último comentaré la menos conocida de esta serie de trepadoras anuales, la Cobaea scandens, llamada en español Hiedra Morada y Zapato de Obispo, mientras que a los ingleses les recuerda otras cosas como nos indican sus nombres populares en ese idioma: Cup-and-saucer (taza y platillo) y Cathedral Bells (Campanas de la Catedral). La Cobaea procede de América Central donde la flor es fecundada por los murciélagos.
La germinación de las semillas de la Cobaea, es la más azarosa de entre las trepadoras comentadas, y esto por la peculiar forma de sus semillas planas con apariencia de cortezas finas que uno tiende a sembrar por su parte plana lo que con frecuencia impide su germinación porque se pudren antes. El truco es que estas semillas hay que sembrarlas de canto o ladeadas, haciéndolo así no suele dar problemas. También la podemos multiplicar por esquejes.
Estas trepadoras pueden sobrevivir a los inviernos en zonas de clima suave, entonces con los primeros fríos, sus hojas toman un tono morado que es la que le da uno de sus nombres comunes y no sólo las flores, éstas por cierto también pueden ser verde amarillentas casi blancas, pero esta variedad se consigue con más dificultad.
Las cobaeas necesitan sol, agua abundante en verano, sustrato ligero pero rico en humos pero no muy fértil ni fertilizado ya que entonces florecerá poco. Esta trepadora florece tarde en la estación, a partir de agosto y hasta las primeras heladas.
Tras la floración, permanece el cáliz durante un tiempo, el "platillo" al que hace referencia su nombre en inglés.
viernes, 5 de noviembre de 2010
Plantas anuales par dar color a la terraza o balcón en verano 1
Ahora que los días de otoño cada vez más cortos y la proximidad del invierno nos dan menos oportunidades para disfrutar del jardín, es el momento de pensar y planificar nuestras siembras de anuales para que el próximo verano, nuestra terraza, jardín, balcón o patio sean una autentica explosión de colores y formas como sólo nos pueden proporcionar en un tiempo record y por muy poco dinero, esencial en tiempos de crisis, unos cuantos sobres de semillas a elegir entre la gran cantidad de variedades que nos proporcionan las anuales. En esta entrada quiero sugeriros entre algunas de las especies que yo cultivo asiduamente y que siempre dan un buen resultado con relativo poco esfuerzo. Naturalmente quien no tenga espacio o tiempo y ganas de sembrar y trasplantar desde el semillero siempre puede recurrir a comprar las plantitas ya crecidas o en bandejas de alveolos que suelen ser también muy económicas. Algunas sin embargo no son fáciles de obtener por este sistema y no nos quedará más remedio que recurrir a la siembra que podemos hacer en tarrinas vacías de lácteos o en cualquier otro recipiente similar. Este es un buen sistema para sembrar las semillas más grandes como las de los girasoles y las trepadoras de las que seguramente nos bastará con sembrar un par de semillas en dos o tres recipientes.
Comenzamos con las Zinnias de las que hay un amplio despliegue de colores, tamaños y formas y que se comportan bastante bien en jardineras siempre que tengan pleno sol, suelo fértil, agua suficiente para que no pasen sed, adición de algún fertilizante para flores cada quince días y cortar las flores que se vayan secando. Estas normas sirven para prácticamente todas las plantas anuales, con escasas excepciones, así que no las repetiré. Época de siembra, mediados de primavera bajo cubierta o finales en el exterior.
Comienzan a florecer en verano y lo hacen hasta bien entrado el otoño.
Los Cosmos se distinguen por ser plantas altas y ligeras con un follaje vaporoso tipo helecho. Estos con pétalos tubulares son de la variedad Seashell, los más comunes tienen pétalos lisos y con corolas simples o dobles en una amplia gama de colores la mayoría de la especie Cosmos bipinnatus, pero hay también una clase con olor a chocolate la Cosmos atrosanguineum de un raro color marrón
purpureo y que no es anual sino vivaz.
Los Cosmos no se suelen encontrar en bandejas de alveolos, pero son fáciles de sembrar ya que sus semillas son grandes y se manejan fácilmente, además germinan pronto al igual que la mayoría de las anuales que comento aquí. Sus requerimientos de siembra y cultivo son los mismos que los de las Zinnias pero en este caso al ser bastante más altos conviene estacar las plantas para que el viento no las tumbe.
La Borraja, Borago officinalis, es una planta que podemos encontrar silvestre en nuestro país, pero por sus flores de un azul celeste muy llamativo entre tantos colores cálidos y la curiosa forma de sus flores, merece un sitio en nuestro jardín. En grupo llama poderosamente la atención y atraerá vida a nuestro jardín pues atrae a gran cantidad de insectos útiles. Además es medicinal como nos indica su “apellido” officinalis y en algunos lugares se consume como verdura, tres en una ¿qué más se puede pedir?. Una vez establecida suele auto sembrarse así que ya ella misma se encarga de la propagación para años sucesivos.
La siguiente planta es originaria de México, por eso se la llama Girasol mexicano pero su nombre científico es Tithonia rotundifolia, casi siempre se cultiva la variedad híbrida “Torch” o sea antorcha en inglés, un nombre adecuado par esta llamativa flor de tonos rojizos y anaranjados que puede formar una mata bastante alta si dispone de espacio suficiente, hasta 1,8 metros de altura por algo más de un metro de ancho. En maceta se comporta y se queda más o menos del tamaño de las Zinnias con las que combina muy bien pues tienen los mismos gustos. Las hojas de la Tithonia son más bien grandes y tomentosas. Esta tampoco se encuentra fácilmente. Podemos encontrar sobres de semillas de esta planta en los buenos distribuidores. Son plantas sencillas de sembrar por su tamaño, de rápida germinación y muy resistentes al calor y las altas temperaturas que se alcanzan en un ático soleado. Me parece muy recomendable. Seguiremos con más anuales en el próximo capitulo.
Comenzamos con las Zinnias de las que hay un amplio despliegue de colores, tamaños y formas y que se comportan bastante bien en jardineras siempre que tengan pleno sol, suelo fértil, agua suficiente para que no pasen sed, adición de algún fertilizante para flores cada quince días y cortar las flores que se vayan secando. Estas normas sirven para prácticamente todas las plantas anuales, con escasas excepciones, así que no las repetiré. Época de siembra, mediados de primavera bajo cubierta o finales en el exterior.
Comienzan a florecer en verano y lo hacen hasta bien entrado el otoño.
Los Cosmos se distinguen por ser plantas altas y ligeras con un follaje vaporoso tipo helecho. Estos con pétalos tubulares son de la variedad Seashell, los más comunes tienen pétalos lisos y con corolas simples o dobles en una amplia gama de colores la mayoría de la especie Cosmos bipinnatus, pero hay también una clase con olor a chocolate la Cosmos atrosanguineum de un raro color marrón
purpureo y que no es anual sino vivaz.
Los Cosmos no se suelen encontrar en bandejas de alveolos, pero son fáciles de sembrar ya que sus semillas son grandes y se manejan fácilmente, además germinan pronto al igual que la mayoría de las anuales que comento aquí. Sus requerimientos de siembra y cultivo son los mismos que los de las Zinnias pero en este caso al ser bastante más altos conviene estacar las plantas para que el viento no las tumbe.
La Borraja, Borago officinalis, es una planta que podemos encontrar silvestre en nuestro país, pero por sus flores de un azul celeste muy llamativo entre tantos colores cálidos y la curiosa forma de sus flores, merece un sitio en nuestro jardín. En grupo llama poderosamente la atención y atraerá vida a nuestro jardín pues atrae a gran cantidad de insectos útiles. Además es medicinal como nos indica su “apellido” officinalis y en algunos lugares se consume como verdura, tres en una ¿qué más se puede pedir?. Una vez establecida suele auto sembrarse así que ya ella misma se encarga de la propagación para años sucesivos.
La siguiente planta es originaria de México, por eso se la llama Girasol mexicano pero su nombre científico es Tithonia rotundifolia, casi siempre se cultiva la variedad híbrida “Torch” o sea antorcha en inglés, un nombre adecuado par esta llamativa flor de tonos rojizos y anaranjados que puede formar una mata bastante alta si dispone de espacio suficiente, hasta 1,8 metros de altura por algo más de un metro de ancho. En maceta se comporta y se queda más o menos del tamaño de las Zinnias con las que combina muy bien pues tienen los mismos gustos. Las hojas de la Tithonia son más bien grandes y tomentosas. Esta tampoco se encuentra fácilmente. Podemos encontrar sobres de semillas de esta planta en los buenos distribuidores. Son plantas sencillas de sembrar por su tamaño, de rápida germinación y muy resistentes al calor y las altas temperaturas que se alcanzan en un ático soleado. Me parece muy recomendable. Seguiremos con más anuales en el próximo capitulo.