El Árbol de las Pelucas o Fustete, con sus hojas púrpuras y su floración primaveral contrasta agradablemente con las rosas amarillas.
Este arbusto de hoja caduca de la familia de las Anacardiaceae tiene muchos nombres en español, a cual más original ya que a algunas personas la curiosa trasformación que sufren sus ramillas florales cuando las flores caen y dejan sus largos pedúnculos plumosos les han recordado bien la forma de una peluca, bien nubes de humo o niebla. Lo cierto es que el ejemplar que crece en mi terraza nunca ha llegado a formar ni remotamente algo parecido a una peluca ni a una nube aunque florece todos los años en abril como se puede observar en la imagen, creo que se debe a que en este clima no tiene el calor suficiente para formar semillas así que los pedúnculos se secan y caen cuando lo hacen las pocas flores fértiles de cada panículo floral, aunque a mi eso no me importa mucho, lo que más llama la atención de este arbusto no son ni las pequeñas flores amarillas ni esas “pelucas” que no produce sino el color de sus hojas entre morado y púrpura que tiene este Cotinus que es de la variedad “Royal Purple”, no se queda ahí la cosa sino que en otoño las hojas adquieren un brillante tono naranja
. Pero no todos los Cotinus tienen este colorido, hay especies completamente verdes y otras con distintos tonos de colores. Para que el colorido otoñal sea más espectacular, el terreno no debe ser muy rico, por lo que conviene no abonarlo desde comienzos del verano cuando está en maceta y en plena tierra será conveniente plantarlo en un suelo de calidad media y no fertilizarlo, en cualquier caso no le van bien los suelos húmedos por lo que deben tener una buena capacidad de drenaje de la lluvia o el agua de riego. Este arbusto requiere pleno sol y situación resguardada del frío y del viento, así que lo mejor es cultivarlo contra una pared soleada, y ese caso, en verano habrá que regarlo con regularidad para que el calor excesivo no lo agoste. En plena tierra no es fácil que eso suceda ya que este es un arbusto mediterráneo acostumbrado al calor del verano. Se puede reproducir por esquejes que no enraízan con facilidad sino se tratan con hormonas especiales y la mejor época es ahora en primavera. 
. Pero no todos los Cotinus tienen este colorido, hay especies completamente verdes y otras con distintos tonos de colores. Para que el colorido otoñal sea más espectacular, el terreno no debe ser muy rico, por lo que conviene no abonarlo desde comienzos del verano cuando está en maceta y en plena tierra será conveniente plantarlo en un suelo de calidad media y no fertilizarlo, en cualquier caso no le van bien los suelos húmedos por lo que deben tener una buena capacidad de drenaje de la lluvia o el agua de riego. Este arbusto requiere pleno sol y situación resguardada del frío y del viento, así que lo mejor es cultivarlo contra una pared soleada, y ese caso, en verano habrá que regarlo con regularidad para que el calor excesivo no lo agoste. En plena tierra no es fácil que eso suceda ya que este es un arbusto mediterráneo acostumbrado al calor del verano. Se puede reproducir por esquejes que no enraízan con facilidad sino se tratan con hormonas especiales y la mejor época es ahora en primavera. 
Algunas veces el Cotinus se usa como seto ya que resiste las podas aunque el uso principal es entre otros arbustos por el contraste de su colorido, las flores bastante inconspicuas como se aprecia en la imagen no duran mucho y no son muy llamativas, son amarillentas y la mayoría estériles, cuando caen éstas dejan los pedúnculos vellosos, mientras unas pocas flores fértiles forman las semillas , que que han dado a este arbusto o pequeño árbol (hasta 3 o 4 metros de altura si se le deja y las situación le es propicia) sus nombres populares.
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