Hasta en un espacio reducido es posible tener la presencia del agua. Estos dos estanques son totalmente artesanales, con esto quiero decir que incluso sus recipientes no estaban destinados a ser estanques, y muchos de sus componentes los he ido recogiendo o haciendo yo mismo. El primero se podría llamar más propiamente "baño de pájaros", pero con una pequeña bomba de las que se utilizan en los belenes cubierta por una capa de grava mediana, que le sirve de filtro, permite tener un pequeño surtidor para oír el sonido del agua y algunas pequeñas plantas acuáticas: Lemna minor (Lenteja de agua), Salvinia natans (Planta pez), Nasturtium officinalis (Berro de agua) y hasta un esqueje de Clorophytum (Cintas) que no es una verdadera planta acuática pero que aguanta muy bien ese tipo de cultivo. El sonido del agua relaja y los pájaros también lo agradecen.
En el estanque más grande, con 40 cm de profundidad y apenas 1 metro de diámetro, ya es posible cultivar Iris acuáticos, Pontederia cordata, Menyanthes trifoliata (Trebol de agua) y Nynphaeas (nenufares) de las variedades más pequeñas. A la bomba del surtidor se le ha añadido un filtro construido por mí, y por eso y por la acción oxigenante y purificadora de algunas plantas acuáticas sumergidas (Elodea, Myriophyllum), es posible tener un par de peces dorados (goldfihs). Este tipo de estanque tan pequeño exige una limpieza anual a fondo y una vigilancia especial contra la presencia de algas verdes y filamentosas.
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